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Historia de la armadura

 

Como ya lo sabrás, el famoso traje de Iron Man se trata de una fuer te y poderosa armadura lo que nos lleva a investigar un poco más a fondo sobre las reales e increíbles armaduras que han sido utilizadas por la humanidad. En su mayoría, las armaduras fueron empleadas en batallas y combates militares. Veamos cómo comenzó la historia de las armaduras.

La Era Medieval 

A partir de esta época comenzaron a aparecer las armaduras que hoy en día vemos frecuentemente en los museos. Iniciaron con la adición de la loriga, formada por escamas o un tejido de tiras, anillos y cadenas de acero (la cota de malla) colocado sobre un acolchado para amortiguar golpes. La loriga llegó a cubrir brazos y muslos hacia el siglo X. En la cabeza se llevaba el casco con apéndice nasal recto y debajo una especie de malla denominada almófar. 

 

De las Pieles al Metal 

La idea de la armadura proviene de bastante tiempo atrás, cuando los ejércitos egipcios vestían cascos y corazas de cuero cubiertos con placas metálicas. Más adelante, los asirios incorporaron un casco de bronce recubierto con piel y láminas metálicas, así como botines de cuero igualmente protegidos con metal. Los griegos agregaron el uso de peto y espaldar, para resguardar el pecho. Este iba en forma de coraza sobre el tronco, uniendo la parte frontal con la trasera por medio de tiras metálicas sobre los hombros y por debajo de los brazos. Así mismo, los soldados comenzaron a usar las canilleras, que servían para favorecer las piernas y rodillas, y más adelante los cascos alcanzaron una mayor perfección, con diversas formas para defender los lados de la cara, hasta inventar la visera y el apéndice nasal. 

La más Famosa 

Durante la época de las armaduras, la armadura blanca fue la más famosa y al parecer la segunda más utilizada. Formada por placas de acero unidas entre sí con ganchos, tuercas y clavos, se usó a partir del siglo XIV y hasta el XVII, cuando ya se trataba más de un traje de gala para los guerreros, adornado con arte escultórico. Se han contado hasta 250 piezas en una sola de ellas vestida por un combatiente, con un peso de hasta 30 kilos. Sin embargo, la parte básica de la armadura blanca consta solamente de 25 piezas que cubren la cabeza, el tronco, los brazos y las piernas. 

 

La Cota de Mallas 

Se sabe que por lo menos un milenio antes de nuestra era, existían armaduras con diseños muy sofi sticados de escamas y bandas de bronce, principalmente utilizadas por altos mandos en los ejércitos. El auge de la metalurgia en el Oriente Medio condujo al diseño de la armadura denominada cota de mallas, que fue la más usada a lo largo de toda la historia de las armaduras. Los celtas fueron los encargados de introducirla en Europa antes del Imperio romano, y al parecer ésta mantuvo su auge durante el Imperio. 

 

Animales en Batalla 

Así como era necesario proteger la vida de los guerreros, era igualmente esencial conservar la de sus fi eles compañeros de batalla, en su mayoría caballos. Estos llevaban una armadura que los cubría casi por completo, llamada barda. A partir del siglo XVII los caballos eran protegidos con una testera o frontal (cabeza), capizana (crin), petal o pechera (parte frontal), fl aquera (lados) y barda o grupera (parte trasera del lomo). 

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